Efímera es la ilusión detrás de lo imposible,

la cual sí
lograce atravezar la barrera de la imposibilidad

ésta ocasionaría un caos
que haría que su esencia se perpetuara.


sábado, 8 de agosto de 2020

La Vida...

Los huesos sueldan, los cerros reverdecen... No hay mal que por bien no venga.

Encasillado en dichos y diretes nos pasamos la vida con la esperanza de que de esa forma guiemos nuestra vida y nos dé un poco de esperanza para el día a día, para las situaciones que se nos presentan y tenemos que enfrentar, con escudos de... Esperanza.

Los años han pasado desde la primera entrada en este empolvado y telarañento blog que nadie lee. Ni siquiera yo. Han pasado años y años y la vida sigue su curso. No se detiene, menguando las fuerzas y drenando la vida directamente de nuestras venas, succionando el alma y la vitalidad.

Al ver el rostro de uno de mis compañeros, que en antiguos ayeres mostraba un entusiasmo y eufórica determinación al manipular su instrumento musical, hoy se muestra decaído y con notorias cicatrices del tiempo, moviendo sus dedos automáticamente lo mejor que le permite su cansado ser. Aún conserva la esperanza y el gozo por la música, pero ese envoltorio enfermo y cansado no refleja la impasividad de su espíritu.


Estamos en una celda que decae día a día. Una celda cárnica que en vida se pudre, que en vida se deteriora, que en vida va perdiendo la vida.

"Seize the day" dicen por allí y por allá. "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Tal vez suene con mucha razón, pero ¿De que va la vida? ¿Para que evitar el procastinamiento? ¿Para que aprovechar el día y acumular logros y hechos de vida, que al terminar la vida, no habrá vida para disfrutar la vida bien vivida?

Envidio al vagabundo que ni aprovecha el día ni disfruta la vida. Ni acumula logros ni metas se fija para el futuro. Sigue el día como venga y consume los segundos que le golpean la cara en forma de hambre y sed; ganas de cagar, mear y quizá satisfacer su sexualidad con su costrosa y sucia mano derecha; a veces la izquierda igual de asquerosa,  hasta que un buen día acaben sus días sobre este terruño hostil. Nada que reprenderse, ni anhelos no cumplidos. Simplemente, se acabó y se acabó. 'mission accomplished'.

Así, bajo la lluvia y mirando al horizonte donde los rayos acarician la tierra, iluminando la oscuridad, veo la vida pasar, esperando que hoy no sea el final. Que haya un mañana; y que después de mañana haya uno más. Hasta que... No haya más.